martes, 29 de octubre de 2013

Mi nervioso diafragma revela su secreto

Resulta que lo que yo creía que eran nervios golpeando mi indeciso y desobediente diafragma se ha revelado como mi corazón... literalmente. Lo que parecía una serpiente con la cabeza en un cepo eran los latidos de mi corazón al pulsar de manera diferente de mi ritmo respiratorio. He acompasado mis respiraciones a mi pulso; dos pulsaciones para inspirar, dos para espirar...
Sorprendentemente, al poco rato comienzo a escuchar el tic-tac del reloj (al que nunca, en más de seis meses había prestado la menor atención) que está perfectamente sincronizado con mis pulsaciones en reposo... ¿Casualidad? Sincretismos misteriosos...

jueves, 24 de octubre de 2013

La distancia entre la dispersión y la realidad...

Hoy he sentido la manera en la que mi consciencia "sale" de mi mente y retoma el contacto con los ojos, con el sentido de la vista. Es como si hubiera una distancia física que recorrer a través de un pequeño embudo.
Sucede algo así:
la imagen-pensamiento que te ha desviado de la respiración flota casi imperceptible ante tu consciencia, cuando  te das cuenta de que has perdido el contacto con las respiración y la realidad inmediata, ese momento se desvanece y tu consciencia "se mueve" como si atravesara realmente el nervio óptico.
Flipante.


jueves, 17 de octubre de 2013

Relajando el diafragma

La atención en la musculatura abdominal centra toda la sesión. Apenas mi atención se disipa noto el diafragma moverse como una serpiente con la cabeza atrapada en un cepo. Al relajarlo, vuelven las respiraciones naturales y un poco más profundas. He estado bastante concentrado gracias al encuentro con mi diafragma... sorprendente que se haya producido tras 37 años de compartir casa.

Acudo a una clase de yoga: bastante suave, dispersa, inexacta. Volveré a ver si avanzo en flexibilidad; objetivo: medio loto.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Descubro la musculación de mi diafragma

Una de las muuuchas veces que centro de nuevo mi atención en la respiración detecto una vibración bajo los pulmones, una oscilación nerviosa que no coincide con el movimiento (mucho mas regular y tranquilo) de mis pulmones. Al observarlo con detenimiento, el movimiento nervioso persiste hasta que identifico con exactitud donde, cuando y como se produce; en ese momento se acompasa con mis pulmones y realizo una serie de respiraciones más profundas de lo habitual de un modo natural.
Una zazen productiva.

sábado, 12 de octubre de 2013

Recuerdos de las teisho

La ausencia del maestro Dokushô me pone un poco triste. Por suerte, Miguel Angel, encargado de suplir al maestro me demuestra que el que está ahí, está ahí, y que todos somos Buda.
Una de las preguntas de un asistente sobre política me hace reflexionar y entender plenamente sobre que el zen no es solo para mi mejora espiritual, es la única vía sin error para sanar a este mundo tan pervertido en lo más profundo de sus valores.
El zen como acción política es lo que me faltaba para centrarme.

Ya roto el silencio, la charla me aleja rápidamente de ese calorcito que se ha ido acumulando en mi pecho. Decido alejarme de todos y ponerme en un banco al sol... quiero que su calor endurezca este barro fresco que ahora soy, para que esta forma recién adquirida, tan placentera y segura, dure siempre... sé que no será así. Pronto el ajetreo del mundo y su peso bajará esa bola de felicidad que anida entre mis pulmones y la volverá a colocar en mi estómago.
Prometo firmemente hacer zazen todos los días de mi vida hasta estabilizar esa energía que brota del corazón, del océano de la Luz Serena.

viernes, 11 de octubre de 2013

Mi 1ª vez en cuarto de loto; descubro mi manera natural de respirar

Tras una larga sesión de estiramiento y la dokushân con Miguel Angel, decido abandonar la inestable posición birmana y sentarme en cuarto de loto; total, doler duele igual... sorprendente:
después de decenas de horas de zazen realizando respiraciones profundas desde el estómago, tras comprender que eso es lo que me saca de la concentración, pues presto más atención a realizaras profundas que el mero y simple hecho de respirar, una de las veces que vuelvo de algún pensamiento improductivo, me descubro respirando de una forma pectoral muy superficial... Esa es exactamente mi manera de respirar y no otra. Realizo una de las cuentas de respiraciones más largas que recuerdo sin la menor tensión observando una respiración de pajarito, que es la mía.
Recuerdo las palabras de Dokushô: "No puedes controlar lo que no conoces"
Una magnífica zazen.

jueves, 10 de octubre de 2013

Sesshin de introducción en Luz Serena. Otoño.

Mi impaciencia es casi infantil mientras toma las últimas curvas que me acercan al templo. Hace siete años que estuve aquí por última vez.

Durante el círculo de corazones, gracias a las palabras de Alfonso Lopez Balmaseda, que dice estar buscando su camino espiritual entre varias opciones, me doy cuenta de lo afortunado que soy ya que siempre he sabido que es el budismo en general, y el zen en particular la única vía a la que no le encuentro ningún reproche.
La verdad es que juego con ventaja, como me gusta decir... Mi epifanía, o acceso accidental a un estado de conciencia alterado muy similar a la iluminación que describe el budismo siempre me ha acompañado.
Por desgracia esto también me recuerda lo torpe y perezoso que soy, por no haber seguido esta vía con mayor energía.